jueves, 3 de mayo de 2012

Convergencia


Arturo Bray, hombre de vasta cultura,
caballero de las letras y las armas.


Recordando la dura derrota sufrida en Strongest, el Mariscal Estigarribia dice en su libro de memorias:

He ahí todo lo ocurrido en Cañada Esperanza. Hasta ahora no se conoce más responsable que yo de aquel episodio; situación de orfandad que contrasta vivamente con la filiación de la victoria de Campo Vía, cuya paternidad se atribuyen no menos de cuatro sañudos estrategas, cada uno exclusivamente para sí.

Recordé ese párrafo del gran conductor de nuestro ejército, cuando leí este corrosivo fragmento, en "Armas y Letras", las memorias del cultísimo Arturo Bray:

Son tantos los eximios estrategas y consumados tácticos surgidos en la posguerra que cabe preguntarse en cuánto hubiérase abreviado esa contienda, de haber tenido ellos alguna injerencia en la conducción superior de las operaciones. A dentelladas se disputan unos y otros los laureles de tal o cual victoria, pero de los reveses nadie dice una palabra. En tanto, hay quienes reclaman para sí la paternidad de glorias y triunfos, otros afirman que los oficiales paraguayos no conocían siquiera el manejo de la brújula. Por lo visto, entre mariscales y cabos furrieles anduvo la cosa. Lástima y grande fue que los primeros ocultaran su omnisapiencia hasta después de la guerra, pues de otra suerte, la contienda no hubiera durado tres meses.

Es consabido que Estigarribia y Bray se malquerían. Reconforta, no obstante, encontrar algunos puntos de contacto en los recuerdos y el pensamiento de ambos paraguayos brillantes.

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