domingo, 21 de agosto de 2011

Pequeña herejía diurna


--Vos sos el todopoderoso, te das el lujo de hablar desde incombustibles yuyos hendypáva, hacés delivery de plagas a Egipto y abrís mares colorados. Nde conocidove burro rasëgui. Y ¿qué decir del hijo? Nadie más multimediático que él, vida alternada entre escándalos y milagros, luego aquello de la cruz y el golpe maestro de la resurrección que se robó el rating. Y yo ¿qué? Estólida paloma. Relleno de morondanga. También soy parte de la Trinidad, somos un combo de tres en uno, uno en tres, todos para uno y uno para todos. ¿Por qué tengo que resignarme a papeles secundarios, a ser el eterno actor de reparto? --así se quejó el Espíritu Santo.

--Te tocó dictar las Sagradas Escrituras --dijo la voz, imponente, en respuesta a la divina queja.

--Sí, pero la fama es de otros. Soy un miserable ghostwriter. No puede ser que...

El relámpago y el trueno le dieron a entender que la conversación había terminado.

2 comentarios:

  1. Ja..., donde dice "Relleno de morondanga" leí: Relleno de mondongo... Por ahi queda más cachia'i...
    Igual te repudio por las dudas que dios exista mba'e.

    ResponderEliminar
  2. Acepto el repudio, Humber, solo no me excomulgues :-P

    ResponderEliminar