Copio aquí un fragmento del libro Cultura Mainstream (Cómo nacen los fenómenos de masas), de Frédéric Martel, es el inicio del capítulo 14, titulado: De cómo Al Yazira se ha convertido en la cadena mainstream del mundo árabe.
Un sábado hacia las 16 horas, una hermosa tarde de julio de 1997, calurosa y húmeda, las familias saudíes estaban viendo tranquilamente un programa educativo destinado a los niños en Canal France International, un banco de programas francés, filial del grupo France Televisions. La retransmisión se hacía a través del satélite ArabSat, lanzado en 1985 por 21 países árabes y cuya señal principal se emitía desde Riad en Arabia Saudí. De pronto, un error de manipulación de las retransmisiones satélites por Telediffusion de France tuvo como consecuencia inesperada que CFI y el canal de pago Canal+ se invirtieron. El incidente no habría tenido más consecuencias de no ser porque Canal+ aquel día emitía Club privé au Portugal, una película porno.
Sentado en un amplio sillón, en la Place des Ailes, en Boulogne-Billancourt, al oeste de París, donde están la mayoría de las televisiones francesas, Philippe Baudillon no se altera. En aquella época, dirigía la cadena Canal France International (hoy es presidente de Clear Channel France, una filial del gigante estadounidense de la publicidad urbana, en cuya sede me recibe): "Le puedo decir que fue la prueba más dura de toda mi carrera. La audiencia de los programas franceses, a través de Canal France International, estaba subiendo mucho en el Golfo. Y aquel error acabó con toda nuestra estrategia de desarrollo". La difusión del porno de Canal+ duró unos treinta minutos hasta que los técnicos parisinos se dieron cuenta del patinazo que habían cometido (la película estaba destinada a una cadena de pago del Pacífico). Según los datos de la época, el porno debió de llegar a una veintena de países árabes y a un público potencial de 33 millones de personas. "Fue espantoso. Se llevó por delante la presencia francesa en el Golfo. Y nos borraron del mapa", lamenta Philippe Baudillon.
Interrogado hoy en Riad, capital de Arabia Saudí, Ahmed H. M. Al Kilani es más crítico: "Yo entonces era el representante de CFI en Arabia Saudí. Lo recuerdo perfectamente. Fue horrible. Intentamos parar el programa inmediatamente, pero en CFI no contestaba nadie. Por otra parte, no era la primera alerta: CFI ya había emitido un espectáculo olé olé del Lido. Los de CFI eran muy incompetentes: no entendían nada de los valores árabes"...
El caso es que el asunto de la película porno emitida por la tarde cuando las familias saudíes y las de otros países árabes estaban viendo la televisión hizo que CFI fuese inmediatamente expulsado del satélite ArabSat. Los saudíes se declararon ultrajados por el error "técnico" de los franceses y, pese a las presiones diplomáticas de París, decidieron vetar a CFI. El canal que quedó liberado por esa expulsión fue adjudicado a una joven cadena que hacía tiempo que intentaba aumentar su audiencia en los países árabes emitiendo a través de ArabSat y que aspiraba a convertirse en mainstream: Al Yazira.
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