domingo, 7 de mayo de 2017

Del Paso, inmortal

Sigo arrobado por los cintilantes versos de Fernando del Paso, por ese su fascinado amor al idioma, por la literariedad químicamente pura de su obra.




XXV
Para cantarle al mar, me linotipo,
me escribo, corrijo, estereotipo,
de metáforas cónicas, parábolas,
y bitácoras grímpulas y náuticas.
Para cantarle al mar me caligrafo,
me imprento, imprimo, expreso, exprimo
el jugo de las oes, íes, úes,
me como de las efes los furores,
de las áes los cuellos de los ánsares,
y lamo de las eles las lisuras
y de las uves bebo las volutas.
Para cantarle al mar, me displicento,
me engargolo y me quiebro, me aspirino,
me cocaino y me alcoholo, cocacolo,
me enmariguano el alma, me mareo,
me navego en reversa, me enarbolo,
me pistono y me entuerco, me atornillo,
me engranajo y me pinzo, desternillo,
me atosijo y trasijo, contradigo,
me atoro y me desdoro, me embarroco,
me alarifo y ladrillo, me atarjeo,
me rococoro, alhambro, churriguero,
me alcantaro de plata y plateresco
y de poemas niños encanezco.

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